lunes, 22 de abril de 2013

Año II Núm. 9 - Abril 2013


San Juan de la Cruz, el poeta

. Juan Luis Bermudez Carbonell .


Nació y vivió en plena época fundacional de los idiomas romances que fueron desarrollándose desde el Renacimiento. No sabemos lo que su formación recibió de la universidad de Salamanca; asistió los tres primeros cursos, cuando cursaba estudios de teología estando con la orden de los jesuitas y aunque conocía a fray Luis de León, es casi seguro que no recibió sus enseñanzas, por que las impartía en los últimos cursos, pero no en los tres primeros de los colegios menores. Tampoco el Brocense influyo en su formación, por las mismas razones; pero si  que siguió un curso de un amigo de fray Luis de León. Este Grajal, que así se llamaba, era hebraísta y explicaba salmos; esto viene a colación de que para entender a San Juan hay que partir de que su fuente principal de inspiración es la Biblia. Dejó la universidad con la intención de meterse a cartujo-ya hemos dicho que eran tiempos de cambio y fundacionales – y se encontró en estos momentos con Santa Teresa y lo ganó para la causa del Carmelo reformado para hombres, igual que ya había hecho para mujeres. San Juan de la Cruz ha sido muy importante  para muchas generaciones por su sencillez humana y por su poesía; es el místico español que a través de su poesía ha tratado más que nadie de transmitirnos la experiencia mística de Dios, él ayuda como nadie a recrear nuestro idioma a través de la poesía. Con la intervención de Andrés en el ateneo, no pude evitar pensar en san Juan de la Cruz, cuando dijo: mi espacio vital necesario es mi cuerpo, en reflexión por el tema que había planteado Maria Jaime. Santa Teresa le recriminaba a San Juan en su visita a Duruelo su excesiva pobreza ¡ como vivía su santico ! el santico de las nadas, como le llamaba cariñosamente. Vienen tantos recuerdos: recuerdo la costumbre que tenían en el duro invierno de la meseta castellana de poner unas alforjas llenas de paja o heno sobre el jumentico que los desplazaba desde la alquería de Duruelo a los alrededores para cumplir su misión apostólica y así con esta paja evitaban que se les congelasen los pies por aquellos caminos llenos de hielo y nieve de los inviernos castellanos.
 Santa Teresa y San Juan estaban tan compenetrados que leyendo sus poesías, aparecen versos y estrofas similares. Se acepta que el primer poema escrito por San Juan sean unas coplas reflejo de  un trance místico “ coplas hechas sobre un éxtasis de harta contemplación”... 
Y si lo queréis oír/ consiste esta suma ciencia / en un subido sentir / de la divinal esencia / es obra de su clemencia /hacer quedar no entendiendo / toda ciencia trascendiendo...al trascender los espacios y tiempos es inefable, o sea imposible de transmitir, más, nadie ha llegado tan lejos para explicar el trance místico, tal vez es que no sea posible y continua...Yo no supe donde entraba / pero cuando allí me vi
/ sin saber dónde me estaba / grandes cosas entendí / no diré lo que sentí: / que me quedé no sabiendo / toda ciencia trascendiendo...Estaba tan embebido / tan absorto y ajenado / que se quedó mi sentido / de todo sentir privado...faltan las palabras, no se puede experimentar más espiritualmente... Glosar o comentar estos versos es destruir su belleza; el lenguaje calla, enmudece ante tanta belleza, solo hay que paladearlo, disfrutarlo, vivirlo... ¡ me ha hecho su lectura muy feliz en tantas ocasiones !
 Yo os animo a que leáis la poesía de San Juan aunque no tengamos las elevadas nociones de arte métrica y que no os dejéis llevar del juicio analítico de los expertos. Baruzzi está considerado un experto en San Juan de La Cruz y decía de  él Jacques Maritain – filosofo católico – que con Baruzzi San Juan de La Cruz había sido deformado por un ataque de Sorbona. Decía Tomas Navarro Tomas que a veces los propios poetas no eran plenamente conscientes del metro que empleaban. Lo que consideramos poemas mayores La Llama de amor viva, Cántico espiritual y Noche oscura del alma, os deseo que los leáis  y que os hagan tan felices como yo he sido con su lectura. San Juan de la Cruz para mi es junto con Santa Teresa de Jesús y Miguel de Cervantes Saavedra, los hitos más importante en la construcción de nuestro idioma, luego vinieron otros muy importantes en nuestro siglo de oro, pero los fundamentos ya estaban hechos
 El estado teocrático en que había vivido San Juan es completamente inaceptable para nuestra mentalidad actual. El mismo sufrió los zarpazos  de esa arbitrariedad que da el poder omnímodo, cuando el vicario general el padre Tostado lo mando prender y encarcelar en Toledo.  Santa Teresa le tenía más miedo que a un rayo a este Tostado; pero lo fundamental es que esto era propiciado, por la creencia generalizada todavía (aunque ya con menos fuerza que en la edad media) de que el hombre debía acomodar su vida a los mandatos de un ser Todopoderoso y esos mandatos los administraba la Iglesia .En tiempos de San Juan, ya hacía varios siglos que la iglesia era contestada cada vez con más fuerza, pero todavía su poder era muy grande. A pesar de que la Iglesia siempre fue un freno para la libertad de pensamiento, en el Renacimiento ocurrieron una serie de circunstancias muy complejas (descubrimiento de América, descubrimiento de la Imprenta con lo que se conoce como los tipos móviles y la aparición del pensamiento moderno con una nueva cosmología ( con investigadores y pensadores modernos , Descartes, Galileo ,Copérnico , Giordano Bruno y así hasta llegar a la síntesis Newtoniana ) donde la tierra ya no era el centro en torno a lo que todo giraba. La Inquisición fue un freno terrible, pero al final se impuso la ciencia y “la razón”  y así hemos llegado hasta el presente con nuevos retos no menos importantes. La teoría de la evolución de  Darwin, así como los avances tecnológicos y científicos en la física , la química , la genética y la biología en general, así como  el desarrollo de una conciencia ecológica ante la destrucción del medio ambiente con grandes repercusiones en la biosfera y con el incremento demográfico a una velocidad exponencial; nos han planteado retos políticos y sociales muy graves, tanto más, que hemos llegado a un nivel tan elevado de capacidad destructiva que nuestra civilización esta al borde de el colapso ( Eudald Carbonell ).
En estos últimos tiempos hemos sacado a colación en El Ateneo, rasgos de la postmodernidad, así como  el pensamiento moderno y nos hemos detenido en la figura de un neopragmatista que pretende aportar soluciones en este nuestro mundo tan enrevesado y complejo, imaginamos que en una sociedad completamente secularizada, sería posible alejar el lenguaje que nos ha caracterizado hasta el presente, huyendo de las ideas de Dios, de lo Absoluto, de la Metafísica, de la Realidad, de la Verdad; o sea huir de la pretensión que acarreamos desde Platón y Aristóteles de que el mundo es algo exterior a nosotros y que nuestra mente lo puede reflejar como un espejo. Este es el conocimiento a priori, que filosóficamente se considero científico y así lo hemos mantenido hasta Kant ( la razón universal como fuente de conocimiento, con todas las limitaciones criticas que se quieran ) de entonces aquí surgen lo que se conoce como corriente hermenéutica que pone en solfa esta categoría de la razón y aunque muchos todavía arrastran el mito de la razón universal se empiezan a abrir brechas historicistas y se va abriendo paso la idea de que la razón, no es ahistórica, sino todo lo contrario que es histórica, sujeta a circunstancias panrelacionistas, donde tiene mucha importancia el contexto y que los contextos pueden ser muchos...si seguimos por estos derroteros, pasamos desde Nietzsche, el último Heidegger, Gadamer hasta los pragmatistas norteamericanos como John Dewey y así llegamos a Richard Rorty, filósofo que falleció hace pocos años y que en la fase final de su vida se presenta como neopragmatista aunque el nunca dejo de ser pragmatista por más que la critica le tildase de posmoderno. Fue muy criticado por la derecha y por la izquierda, pero lo cierto es que nos presenta una actitud filosófica coherente y con soluciones, equivocadas o no el tiempo lo dirá.  Una de las enormes dificultades con que tropezamos al estudiar a Rorty, es que debemos tener amplias nociones de toda la filosofía para entender las críticas que hace de toda la filosofía hasta ayer mismo; por algo el pretende llegar a lo que podríamos llamar postfilosofía o nueva filosofía. Todos estos conceptos que a vuela pluma estamos desgranando los desarrollaremos siempre que os interese, ahora y como conclusión diremos: Rorty al final de su vida lucho por profundizar en la democracia (llamemos las reformas necesarias siempre que se presente la necesidad de ellas y la defensa a ultranza de los derechos humanos). Estas posturas le llevan a estar contra toda clase  de sufrimientos humanos y por eso la importancia del poeta, del novelista, más capaz de convencer para que se respeten los derechos humano, que el razonamiento frío; de ahí la importancia que  le concede a la conversación y que nunca se debe poner fin a ella sin el mutuo acuerdo de los dialogantes. Aquí Rorty introduce lo que él llama la redescripción, donde podemos cambiar nuestras concepciones por otras que en un momento dado creemos superiores. Esto tiene unas consecuencias inevitables, el dialogo entre los hombres será humano, todavía que ya no tenemos poderes externos que nos dicten lo que está bien y lo que no. Es traer al hombre al primer plano en todas sus decisiones. Hasta conseguir esa sociedad secularizada hemos de luchar por adquirir un lenguaje nuevo y en el lenguaje de todos los días, en el lenguaje ordinario no caer en lo que Wittgenstein llama la tentación metafísica...huir de realidad, verdad, bien, teoría del conocimiento, razón universal, y todos los absolutos con que adornamos nuestras conversaciones. Decía Gadamer que lo único entendible del hombre era su lenguaje, pues es necesario que creemos un nuevo lenguaje y que se nos entienda...en mi primer artículo hablé del análisis onomasiológico, para definir los conceptos sociopolíticos que queremos expresar al emplear una determinada palabra, cosa que no tiene nada que ver con la polisemia que pertenece a la semántica, los valores múltiples que puede tener una  palabra. A través de la historia diferentes palabras han expresado el mismo concepto y viceversa, por esto también se le conoce como análisis onomástico u onomasiológico... como vemos no es tan sencillo ( R. Kosseleck. Historias de conceptos). Estudios sobre semántica y pragmática del lenguaje político y social. Editorial Trotta 2012
 El concepto de liberalismo de J.S. Mill, en principio fue una fuente de progreso e inspiración democrática; hoy cuando se redefine la democracia liberal, por la influencia del desarrollo tecnológico asociado al capitalismo y la globalización, surgen las suspicacias al comprender que con la palabra democracia liberal actualmente ya el concepto representado no es el de J. S. Mill de respeto a las libertades individuales privadas y un estado que vigila que estas libertades se cumplan para el mayor  bienestar de los individuos y con gran respeto por las minorías; hoy liberalismo y democracia es un concepto diferente, es el poder económico que marca las pautas al poder político y donde el individuo pinta poco, salvo el paripé del voto cada cierto tiempo. Esta degeneración del primitivo concepto de democracia liberal hace obsoleta esta palabra por su cambio de significación conceptual y por esta razón hablamos de Neoliberalismo para evitar confusiones: este es el análisis onomasiológico, distinto a las diversas significaciones lingüísticas o semánticas de cualquier palabra.


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La hora del café

. Miss Marple .

- Esta mañana, cuando me estaba duchando, de pronto me he dado cuenta que estaba cantando. ¿Te has preguntado alguna vez por qué cantamos los humanos? Que yo sepa, cantan los pájaros, las ballenas, los delfines y, supongo, que cantarán algunas otras especies más. Pero nosotros, ¿por qué esta costumbre o necesidad, o lo que sea?
- Pues no tengo ni idea, nunca lo he pensado. ¿Pero por qué te lo preguntas?
- Pues verás, este fin de semana, que ha sido fantástico, he estado en el campo con unos amigos y en una de estas noches de reunión, hemos terminado cantando, si se puede llamar a eso cantar. Eso sí, después de una deliciosa queimada, que yo creo que fue la causa principal de nuestros gorgoritos. Esto me ha hecho pensar que, cuando la gente se reúne y canta, surge una unión especial, se crea una atmósfera de risas y griterío, algo que en situaciones normales no haríamos.
- Es cierto. Siempre ha sido así.
- Sí, pero ¿desde cuándo?, ¿quién fue el primer ser humano en cantar? ¿y por qué? Supongo que en ceremonias o rituales, como las tribus africanas o los indios de las películas, cantando y bailando alrededor de una hoguera.
- Claro, lo mismo pasa con el baile.
- Puede que sea un poco, como volver a nuestros orígenes. Al fin y al cabo, nosotros también estábamos acompañados de una hoguera maravillosa. Y esto hace que me pregunte si la magia del fuego tendrá algo que ver.
- Bueno, no sigas preguntándote, que me recuerdas a mi hija de cuatro años que todo lo pregunta y vamos a tomar el café, y deja lo de cantar para otro día que aquí somos gente seria.
- Pues sí, pero de vez en cuando, que bueno es ser "indio", en el buen sentido, y no gente seria. 

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El triunfo de la ignorancia

. Aristarco Milton . 

Se cuenta que estaba el filósofo Demócrito  hablando a un grupo de gente cuando en un momento dado, después de decir algo, el grupo se puso a aplaudirlo. En ese momento, se dirigió a un discípulo que estaba a su lado y en voz baja le preguntó: “¿Qué tontería he dicho?”
 Platón decía hace muchos siglos que el gobierno debía estar en manos de los mejores y más cualificados hombres de la ciudad, pero en ellos prevalece  siempre la peculiaridad de no desear gobernar; lo hacen por deber. Siglos después, el gran Goethe decía: "No hay nada más insoportable que la ignorancia activa". Federico II el grande dijo: "si mis soldados pensaran, ninguno estaría en filas." ¡Qué alejados estamos cada vez más  de entender  estas  afirmaciones! Nos rodeamos e incluso nos regocijamos de lo poco que sabemos  afirmando que es mejor no complicarse la vida, y encima lo explicamos. Aplaudimos al mediocre e insistimos en el valor de aquel que nos acaricia el lomo ya que nos va a sacar de los problemas con sus supuestas  cualidades. Habrán oído ustedes la famosa afirmación de que  no es necesario conocer algo para hablar de ello. En cierta ocasión estuve hablando largo rato con una persona sobre una película  y en un momento dado le pregunté: “pero ¿cuándo la has visto?”, ya que había cosas que decía que no me cuadraban. Su respuesta fue impresionante: "No la he visto". Pensé: "¿Seré idiota?". Un rato largo hablando con esta persona y resulta que no la ha visto. Le pregunté: “¿Pero cómo puede ser?”. Decía que no hay que ver la película para poder hablar de ella, como cuando dicen que no hay que leer un libro para saber sobre él, ya que no hay que probar el veneno para saber que es peligroso, aunque quizás el veneno destila aquello si es que se nos obliga a ser leído. Cuántos siglos ocultando lo que un libro pone realmente en sus páginas; cuánto tiempo prohibiéndolos  aquellos que tienen el poder para hacerlo,  forjando que el triunfo de la ignorancia sea el auténtico estandarte de una sociedad entretenida con el "wasap de su inmediatez banal", olvidando al que en ese momento está a su lado; cuánto interés por que no se conozca realmente algo que puede hacer, hacerles daño.
Peligroso es ser tú mismo, buscar tú mismo, pensar tú  mismo, que nadie lo haga por ti y luego te lo explique sesgadamente, no vaya a ser que no lo entiendas y puedas mostrarte peligroso;  juzgar desde tu certeza, ser disidente de la masa cuando ésta no hace otra cosa que instrumentalizar tu ignorancia y tu miedo, acoge  al que no tiene fuerzas para hacer lo que tiene que hacer, sin que nadie te sustituya ya que nadie te puede sustituir en tu propio quehacer humano y, si lo hacen o si lo intentan, rechazar su fuerza. Hay hombres que no salen en la televisión, no gobiernan nada excepto a si mismos. Es un placer sentarse a su lado y oírles hablar desde su humildad no exenta de auténtica profundidad  humana. Qué iletrados se sienten pero que grandes son. No triunfan: el mundo que nos rodea no hace triunfar a los que no te explican sibilinamente  cómo y de qué manera se van a apoderar en conciencia  de tu ser por culpa de tu apabullante  ignorancia.

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De políticas recaudatorias y eufemismos varios

. Luis Javier Ruiz .

No sé qué toman nuestros políticos para decir tantas sandeces, pero sé que algo toman porque si no, estaríamos en manos de seres poco o nada aptas para gestionar la "res publica".
Estos días he oído tonterías como que debemos ducharnos con agua fría para ahorrar agua (cualquiera gasta agua así) y la energía para calentarla; que se prohíban los billetes de 500 por quién lo pudo hacer hace poco y no lo hizo; que no se coma para pagar la hipoteca (ésta es de las mejores, sin duda. Ja ja ja); en fín, que mejor seguir el axioma de "más vale callar para parecer tonto que hablar y demostrar serlo" pero el político debe dar explicaciones a sus verdaderos jefes y toman a éstos por tontos aunque sea en diferido.
Pués la última parece ser la de nuestro ye-yé al afirmar que va a "pacificar las calles" del municipio. Cuando lo leí pensé que había ocurrido alguna gran reyerta, se había adueñado del pueblo una banda de extorsionadores o algo así, o habían comenzado a generarse protestas ruidosas y molestas para nuestro querido regidor. Por éllo, pensé que, o bién se traían a todos los destinados en Afganistán o a un grupo de voluntarios de acción social que  a modo de testigos nos fueran aleccionar sobre normas de convivencia y urbanidad (que no urbanismo).
Pero no, hay métodos más originales de pacificar (cuando se enteren los "lobbys"  de la industria armamentística nos visitan fijo). Y éste aunque ya no es tan original, si lo es  para este uso. Curioso el enfoque que dan en esta villa a la recaudación (no sé si ilegal) que pretenden desde el ayuntamiento: Para pacificar las calles se va a contratar una empresa que destinará un vehiculo camuflado que fotografíe comisión de infracciones.
Éso es una nueva acepción de la palabra pacificar. O quizás se trate de una forma de pacificar las relaciones con acreedores. A mí se me ocurre más pacificador quitar los bolardos y bancos que impiden abrir las puertas de los coches aparcados, eliminar los adoquines y cantos que molestan al andar por las calles del casco histórico.
Ah! Acabo de caer! Ya encuentro sentido a la estatua de Pelayo: será el artífice y líder de la pacificación.


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 No era esto, no era esto

. Javier Ruiz-Medrano Lucas .

Seis meses después de proclamarse la II República Española,  Ortega y Gasset, que fue uno de los más fervientes defensores de su instauración, hablaba en uno de sus discursos sobre la marcha de los acontecimientos, y profundamente desencantado, llegó a pronunciar unas palabras que hoy, ochenta años después, quiero volver a recordar. Él, refiriéndose a los derroteros políticos por los que caminaba la joven república, se dirigió a sus oyentes con las palabras: "No era esto, no era esto", con lo que constataba que su idea republicana distaba mucho de lo que estaba sucediendo en la realidad. Yo me voy a permitir ochenta años después recordar estas palabras y decírselas a la cara, primero al señor Rajoy, y después a todos sus ministros y personajes del PP que le acompañan. No era esto, no era esto. Esa millonada de votos que sacaron ustedes hace año y pico en las urnas no eran para esto. No eran para que nos incrementara el número de parados hasta el infinito. No eran para que nos recortara el gasto público a base de escamotear partidas a los ministerios diversos: Sanidad, Educación, Fomento, Interior; con el consiguiente agujero de las miles de empresas afectadas. Tampoco era para que toda la política económica española esté supeditada a los dictados de Alemania  o de Francia, las cuales nos están estrangulando  a base de controles de déficit y cosas que a nosotros nos suenan a chino. Tampoco era dar amnistías fiscales a los tropecientos golfos que se han llevado el dinero de España empobreciéndonos a todos, y después vendernos la ocurrencia diciéndonos que otros lo hicieron antes. Ni era para dar miles de millones a los bancos con cargo a las arcas públicas para que luego éstos restrinjan el crédito hasta límites insoportables para un tejido industrial y empresarial mínimamente viable. No era esto, no era esto. Lo peor es que ustedes lo sabían. Sabían dónde nos iban a meter y aún así nos prometieron muchas cosas y poco a poco nos vamos dando cuenta de que no van a cumplir ninguna. Es más, van a hundir al país en la miseria si es que no lo han hecho ya. La llamada clase media, tanto da alta como baja, ya no existe. La tienen ustedes esquilmada y, todavía hoy buscan resquicios para seguirle hincando el diente por medio de impuestos indirectos, tasas e incluso multas del más diverso pelaje. Un inciso (que diría mi primo): nos han puesto hasta un helicóptero para que nos vigile desde el cielo por si vamos  a la velocidad supersónica de 130 Km/h y nos lo han anunciando convenientemente en todos los telediarios. Vamos, que no cumplen ustedes ninguna de sus promesas y encima nos sacan los cuartos y en algunos casos llegan al esperpento. Díganme si no qué hacen los inspectores de hacienda pululando por los talleres falleros en Valencia o por las casetas de la Feria de Sevilla. Que no, que no era esto. Es que están disparando ustedes a los pajarillos. Los pájaros gordos los ignoran, yo ya no sé si por que son amigos suyos o porque son ustedes mismos, que también podría ser. El caso es que nos tienen entretenidos con la Pantoja y el Julián Muñoz, el Urdangarín y sus idas y venidas a los juzgados y otras lindezas de corte parecido y el meollo del asunto se lo saltan a la torera. Porque en España lo que falta ahora mismo es dinero. No hay dinero circulando. ¿Donde está? ¿Se lo ha llevado todo el Bárcenas ese? ¿No, verdad? ¿No será que muchos que no salen en los periódicos se lo están llevando a otro sitio? ¿No será que todos esos billetes de quinientos euros que decían que había en España están a buen recaudo en tanto paraíso fiscal que hay por ahí? A estos es  a quien tienen ustedes que buscar no al que fríe el pescaíto en la Feria de Sevilla o prepara un monigote para quemar el día de San José. Porque ustedes iban a acabar con la corrupción. Iban a acabar con la rabia, y al final lo que están haciendo es matar al perro que somos nosotros, la gente de a pie, la fiel infantería. No era esto Sr. Rajoy. No era esto Sr. Montoro. No era esto Sra. Santamaría. Recortar, como dicen ustedes, es otra cosa. No es dejar a miles de Españoles sin trabajo y por ende a algunos en la puta calle porque no pueden pagar sus viviendas. No es dejar de licitar obra pública porque así lo que conseguirá es cerrar un rosario de empresas. Que no. Que Zapatero no sabía pero es que ustedes le están haciendo hasta bueno. ¡Vaya unos magos de la política! Resulta que todo su programa consistía en esconder la caja de los cuartos y dejar sin pasta a todos los ministerios. Consistía en dejar la pretendida recuperación económica en manos del gran capital y dejar sin presupuesto hasta a los maestros de escuela que no tienen ni para encender la calefacción. ¡Vaya unos artistas! Para esto no hace falta hacer ninguna carrera universitaria ni ningún Master en la universidad de Dakota del Sur. Esto lo hace hasta el churrero de la esquina que,  por cierto, hace lo mismo que están haciendo ustedes. Un churro. Si no cambian ustedes esta política un  abismo se abre frente a nosotros. Es que, al contrario que nuestros padres y nuestros abuelos en los años cincuenta, no tenemos ni dónde ir a trabajar. Ellos mitigaban su pobreza trabajando de sol a sol y en tres empleos distintos. Nosotros no podemos. Nosotros somos hoy ingenieros de minas y nos tenemos que ir a trabajar al desierto de Atacama en Chile porque aquí no tenemos trabajo ni de cajera en un centro comercial. ¡Qué triste! Y ustedes a vuelta con el Déficit, con la Prima de Riesgo, con la Macroeconomía de las narices y todas esas cosas que nos cuentan en el telediario. Que no. Que no era esto.

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Help

. Marta Catalán .

¿Conocéis el cuento del hombre que quiso ayudar a una mariposa? Un hombre, tras un buen rato observando cómo una mariposa lucha por salir de su capullo, decide que ésta no va a ser capaz de lograrlo y se le ocurre la genial idea de ensanchar la abertura con unas tijeras. El "sufrimiento" cesa de inmediato... y con él la posibilidad de que las alas se fortalezcan lo suficiente como para que la mariposa pueda llegar a volar.
¿Cómo reaccionamos cuando nos toca ser mariposa? ¿Y cuando hacemos de observador?
Según el sistema del eneagrama existen nueve tipos de personalidad, y por tanto nueve maneras de enfrentarse al mundo. Ninguna es mejor ni peor que las demás: es la nuestra, y punto. En teoría  sólo hay dos posibilidades: o encajar en un tipo puro, o tener una personalidad matizada por cuatro otros tipos (las alas y flechas del tipo dominante).
El Perfeccionista sólo ayudaría o aceptaría ayuda si ésta fuera de un determinado tipo, llegara en el momento adecuado, etc.; el Auxiliador vive para ayudar y está convencido de no necesitar nada de los demás; el Ganador está obsesionado con triunfar, y además por sus propios méritos, así que de ayudar o ser ayudado, nada; el Romántico huye de la vulgaridad, se recrea en su sufrimiento y sólo se siente "cómodo" en situaciones dramáticas (así que o bien sufriría mucho por la mariposa, pero sin intervenir, o bien sufriría mucho al no agradecerle ésta su acción); el Observador se mantendría distante, ya que prefiere pensar a actuar; el Interrogador tiene miedo, duda, no toma decisiones por sí mismo; el Aventurero busca el placer, es impulsivo y curioso, pero no perseverante (así no se tomaría en serio la situación); el Asertivo es acción, y necesita tomar el control de las situaciones; el Pacificador no afronta los problemas.
Y tú, ¿con qué tipo te sientes más identificado?

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    inmersión                                                                                                                                . a.m.s. .

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Denigrar

. J. Cardeña .

             Recientemente se ha publicado el resultado de unas oposiciones para acceder al cuerpo de maestros en la Comunidad de Madrid. Se resaltaba, de forma interesada y perversa, las deficiencias de conocimientos supuestamente básicos de los aspirantes, cuestionando su capacidad como futuros docentes. La intención de filtrar estos supuestos y posibles aislados dislates era clara: respondía al deseo de descalificar y denigrar a la enseñanza pública en su conjunto. ¿Por qué? 
                 Vayamos por partes. La publicación de estas deficiencias correspondía a opositores que, como es lógico, no habían aprobado (no se han filtrado las trabajadas y elaboradas respuestas de los que, por el contrario, sí aprobaron). A este hecho hay que sumar, además, que la convocatoria de la oposición se realizó de forma irregular, dado que lo habitual hubiese sido realizar los exámenes pertinentes en el mes de junio y no en noviembre, manteniendo así en vilo a todos los aspirantes que incluso dudaron si la oposición llegaría o no a celebrarse, por lo que muchos o no se prepararon, o estudiaron con incertidumbre y desánimo ante lo anormal del insólito descontrol de fechas e informaciones confusas acerca del desarrollo o no de la prueba del delito en cuestión. Y ahora, con la publicación, la Comunidad refleja el supuesto adverso resultado del polémico examen. Pero, ¿qué interés puede tener la filtración de estas respuestas casi tres años después? Ante todo, desprestigiar la enseñanza pública frente a las supuestas bondades de la enseñanza concertada, por las que apuesta abierta y especialmente la política de la Comunidad de Madrid, sin maquillarlo. Sin embargo, los docentes de la enseñanza concertada no acceden a su puesto de trabajo por oposición como los de la pública, sino que son contratados directa y discrecionalmente por los responsables del centro, sin hacerles prueba alguna que acredite sus aptitudes reales.  Pero claro, los neoliberales patrios a lo suyo, a concertar la enseñanza a destajo porque sí, simplemente porque, entre ellos, como diríamos coloquialmente, es lo que se lleva, haciéndolo además sin complejos, favoreciendo descaradamente a amiguetes y correligionarios que sólo ven en la educación un negocio. No se quieren enterar de que esos caminos conducen invariablemente a la discriminación entre los que tienen medios económicos y los que no, porque la concertada, pese a lo que se nos quiere hacer ver, no es gratuita. Prueba de ello son las distintas denominaciones y variopintos conceptos por los que las familias tienen que pagar en apariencia de voluntariedad, por lo que la gratuidad que se da tanto en la alternativa pública como en la concertada, realmente tan sólo existe en la pública. He aquí la gran paradoja: servidores públicos como son los cargos electos, intentando  denigrar a otros servidores públicos como son los funcionarios de carrera, que han obtenido su puesto de trabajo por méritos propios, superando pruebas y pruebas de un duro y escrupuloso sistema de selección a través del sistema de oposición.
     La necesaria, en ocasiones, coexistencia de ambas opciones educativas, sobre todo cuando la pública no puede cubrir su servicio por alguna situación excepcional, puede ser conveniente. De hecho con ese fin se creó, pero siempre siendo considerada como complemento de la principal, la enseñanza pública, garante de la igualdad de oportunidades, donde la carencia de medios de las personas no condena la posibilidad de llegar a adquirir una formación intelectual sólida y de calidad, proporcionada por los mejores profesionales a los que, ahora, de forma injusta, se intenta denigrar.

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 Utópica solidaridad

. Regino Marmol .

 Quizás debamos empezar a darnos cuenta de que no solo con política seamos capaces de salir de esta maldita crisis. Con esto no quiero decir que no sea necesaria la política, los políticos y por supuesto los partidos políticos, sino que, además necesitamos otras cosas que hoy en día para nada se identifican con la política que se hace.
Me estoy refiriendo a las cosas que unen a un pueblo por encima de sus creencias, ideologías o posicionamiento social con el objetivo claro de salir de una determinada situación que ya se va haciendo insostenible. Voy a centrarme en dos o tres de ellas, pero hay varias más.
El valor de la honradez podría ser un buen ejemplo. Hasta anteayer conocías a un tipo que se vanagloriaba de engañar al fisco y no solo te hacia gracia sino que envidiábamos como hacerlo.  O si el mismo tipo engañaba en alguna transacción comercial a otro, penalizábamos al otro calificándole cuando menos de tonto por haberse confiado. Como si confiar en alguien fuera malo.
El valor de la confianza, o del honor en otros tiempos,  también es algo que se ha ido perdiendo. La palabra dada es moneda barata y poco se puede comprar con ella. O está firmado, clausulado, estipulado y a su manera interpretado, o no vale nada lo acordado. Lo que nos obliga a leer y releer todo lo que hacemos en la vida diaria y no confiar en lo que se nos cuenta si no lo pone por escrito. Hasta una mierda de contrato con una compañía telefónica cualquiera, si no lees bien las tres  o cuatro hojas de letra minúscula del contrato te puede amargar la existencia durante varias semanas o peor aún, indemnizaciones que nadie te dijo cuando te dieron la línea de teléfono. Que no digo yo que no se deban hacer las cosas bien, sino que se debería estar obligado a resaltar en letra bien grande cualquier perjuicio que se pudiera perpetrar contra cualquiera de las partes, y dejar la letra pequeña para asuntos más banales.
Pero quiero poner énfasis en una que me merece especial atención:  la solidaridad. Y particularmente la solidaridad económica-laboral, comercial y empresarial de un país con seis millones de parados y un futuro demasiado negro hasta donde se alcanza a ver.
Aproximadamente tenemos diecisiete millones de trabajadores afiliados a la Seguridad Social. De media trabajan cinco días a la semana, con lo que si dejaran de trabajar un día a la semana, obtendríamos diecisiete millones de días de trabajo. Si repartimos estos días de trabajo entre cuatro días laborables igualmente, más de cuatro millones de personas podrían incorporarse al mercado laboral. La solidaridad conllevaría que los que ceden un día de trabajo verían reducido su sueldo en igual proporción en beneficio de otros, aunque ganarían en calidad de vida al ver reducida su jornada laboral y, puliendo la piedra con más solidaridad, los comerciantes y empresarios se deberían implicar de igual manera renunciando a un porcentaje de sus beneficios, que a su vez repercutiría en atenuar la rebaja salarial del esfuerzo económico hecho por los trabajadores. ¿Que solo fuera hasta que saliéramos de la crisis?, podría ser. ¿Que es una utopía más?, también. Pero dos cosas son ciertas: o salimos juntos de ésta o no saldremos en mucho tiempo; y recuperar al menos los valores de honradez, confianza y solidaridad como pueblo estoy seguro que nos ayudaría.
Lo que no tengo tan claro es que nuestros políticos estén en ésas: honradez, confianza...



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